*Impresionante captación infantil del Arte Rupestre
Tamara Montalvo Arce
Desde las más tempranas
edades, los herederos del patrimonio cultural de México y el mundo logran
valorar la belleza, misterios y trascendencia de las pinturas rupestres y petroglifos,
gracias a su mentalidad abierta, fresca y sin prejuicios.
Inspirada en IBÓ, el libro
con los dibujos infantiles de José Marrón y los textos de Mónica Condes,
valiéndose del apoyo de sistemas pedagógicos interactivos, medio centenar de
alumnos de primaria del Instituto Cultural Baldor, recibieron de la M.I. Tamara
Montalvo una presentación amena y con múltiples ejemplos fotográficos,
artesanales e incluso pictóricos y arqueológicos que lograron despertar la
curiosidad y simpatía de los pequeños estudiantes
Captaron perfectamente que
las pinturas rupestres son el primer vestigio estético cultural de lo que hoy
es la nación mexicana con antigüedades de hasta diez mil años. También les
motivó a promover visitas con sus familiares y amigos o maestros a alguno de
los centenares de sitios que nos ofrece el estado de Baja California Sur con
esa riqueza enigmática en medio de paisajes naturales extraordinarios. Sólo en
Los Cabos hay más de trescientos sitios con pinturas rupestres.
Lo fundamental, les explicó
la Maestra Tamara Montalvo, es que conozcan que existen esas formidables obras
de arte, aprendan a valorarlas y sepan respetarlas y cuidarlas cuando las
visiten. Los mexicanos tenemos una herencia maravillosa de índole cultural en
muchos aspectos como el arte rupestre y parietal, los petroglifos, las
pirámides y centros arqueológicos, el arte colonial y una infinita oferta
cultural de los últimos siglos, que no solo nos enorgullece, sino que nos
compromete a cuidarla tanto a los menores como a nosotros los adultos.
Lo que más le llamó la
atención a los niños fueron los animales diversos, “un zoológico de colores”
como comentaron los entusiastas y estudiosos pequeños, pero también hicieron
preguntas respecto a los colores predominantes del ocre y el negro, el tamaño
de las mujeres y de los hombres que aparecen en el arte rupestre y sus peinados,
así como “la magia de vivir en las cavernas” como en el libro de Jean M. Auel,
La tierra de las cuevas pintadas.
Una explicación especial
requirieron las figuras antropomorfas en que aparecen flechadas, tanto mujeres
como hombres; algunos de los niños también cuestionaban la forma o los
ingredientes para preparar los pigmentos y pinceles o brochas y cinceles de
piedra que habrían utilizado. Se comentó también la importancia de que en todas
las bibliotecas escolares haya cuando menos un libro sobre el arte rupestre y
que se le proporcione a maestros y padres las ligas de internet de este legado
cultural.
Otro detalle que llamó su
atención fueron las estampillas postales conmemorativas en las que aparecen
imágenes y fotografías de las pinturas de gran formato mural de la Sierra de
San Francisco que emitió el Servicio Postal Mexicano apenas el año antepasado y
que tuvieron tanta demanda que prácticamente se agotaron en una semana.
Las autoridades educativas
federales han consignado en los libros de texto gratuito imágenes y
explicaciones de este importante raíz cultural, pero ante la sorpresa del
enorme interés y curiosidad que generó la conferencia de la maestra Montalvo,
los padres de familia y los maestros se comprometieron a promover la visita a
los sitios de arte rupestre con el propósito de consolidar la identidad
sudcaliforniana y nacional, fomentar las actividades grupales, animar a los
educandos a respetar el arte y la cultura y a convivir con familia y amigos en
los magníficos espacios de la biodiversidad de nuestros municipios.
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