· En temporada de lluvias y tormentas eléctricas,
señala Carlos Enríquez Rincón.
El director del Unidad
Estatal de Protección Civil, Carlos Enríquez Rincón, puntualizó que las lluvias
que se ha registrado durante los últimos días en la entidad, nada tienen qué
ver con la tormenta tropical Karina, que se formó el pasado miércoles en el
océano Pacífico.
Enríquez Rincón explicó
que la fuerte lluvia es producto de perturbaciones atmosféricas en la zona del
mar de Cortés, lo que ocasiona trombas de corta duración y tormentas
eléctricas.
Karina se localiza a 890
kilómetros al suroeste de Cabo San Lucas y se desplaza al oeste a 17 kilómetros
por hora. No representa ningún riesgo para el país, según lo manifiesta el
servicio Metereológico Nacional.
Alertó a la población
para tomar algunas precauciones pues el mal tiempo continuará, se estima,
durante la presente semana.
En su vivienda:
Retirar del exterior de
la vivienda, aquellos objetos que puedan ser arrastrados por el agua.
Revisar, cada cierto
tiempo, el estado del tejado, el de las bajadas de agua de edificios y de los
desagües próximos.
Colocar los documentos
importantes y, sobre todo, los productos peligrosos, en aquellos lugares de la
casa en los que la posibilidad de que se deterioren por la humedad o se
derramen, sea menor.
En el exterior:
No estacionar vehículos
ni acampar en cauces secos, para evitar ser sorprendido por una súbita crecida
de agua.
Si tiene que salir,
procure circular, preferentemente, por carreteras principales y no cruzar vados donde el agua represente un
riesgo, la fuerza del agua puede arrastrar y hacer flotar el vehículo.
ANTE TORMENTAS ELÉCTRICAS:
En
el campo
Si se van a realizar actividades al aire libre,
conviene prestar atención a los partes meteorológicos durante la temporada en
que son más frecuentes las tormentas (generalmente de mayo a septiembre) y no
partir hacia media o alta montaña con riesgo claro de tormenta.
Observar si el cielo se oscurece, si pueden verse
relámpagos, si el viento arrecia o si se escuchan truenos. En tal caso conviene
dirigirse inmediatamente a un lugar seguro.
Desistir de hacer cumbre o terminar una ruta en el
caso de que veamos formarse un cumulonimbo en clara progresión hacia la
tormenta y en la dirección en la que nos dirigimos.
En caso de sentir un cosquilleo en la piel, que se
eriza el cabello y que los objetos metálicos o que terminan en punta metálica
emiten un extraño zumbido parecido al de una colmena y se producen chispas o
destellos la tormenta está próxima. Todos estos fenómenos se producen por el
desplazamiento de las cargas eléctricas que generan las tormentas y significa
que el aire en el que nos encontramos se ha vuelto conductor hasta el punto de
que en ocasiones entre dos excursionistas cercanos entre sí y sin tocarse puede
producirse una molesta descarga.
En caso de notar alguno de estos fenómenos en medio
de una tormenta el peligro es inminente porque significan que está a punto de
caer un rayo. Retirarse de todo lugar alto: cumbre, cima,
loma..., y refugiarse en zonas bajas no propensas a inundarse o recibir
avenidas de agua
NUNCA echar a correr durante una tormenta y menos con la ropa
mojada, esto es muy peligroso. Se crea una turbulencia en
el aire y una zona de convección que puede atraer el rayo.
Deshacerse de todo material metálico (piolets, bastones, mochilas con armazón, palas, azadones,
rastrillos, palos de golf, paraguas, herramientas...) y depositarlo a más de 30
metros de distancia. Los rayos aprovechan su buena conducción. APAGAR WALKIE-TALKIES Y TELÉFONOS MÓVILES, cuyas radiaciones electromagnéticas
pueden atraer los rayos.
NUNCA refugiarse debajo de un árbol o una roca o elementos
prominentes solitarios. Un árbol solitario por su humedad y verticalidad
aumenta la intensidad del campo eléctrico. En cambio un bosque, aunque sea
pequeño, puede ser un buen refugio. Cobijarse debajo de los árboles de menor
altura.
Alejarse de objetos metálicos alejarse de terrenos abiertos y despejados, aislarse del suelo y del contacto con charcos o zonas mojadas, alejarse
y NO refugiarse en pequeños edificios aislados, no refugiarse en la boca de una
cueva ni al abrigo de un saliente rocoso, la posición de seguridad más recomendada ES DE CUCLILLAS,
lo mas agachado posible, con las manos en las rodillas, tocando el suelo sólo
con el calzado.
Si notamos cosquilleo en el cuerpo, se nos eriza el
cabello, o vemos brillar y echar chispas un objeto de metal HAY QUE adoptar la posición de seguridad de inmediato porque la descarga de un rayo es
inminente. Si se va en grupo es aconsejable dispersarse unos metros. En caso de ir con niños, para evitar el pánico
o el extravío, mantener contacto visual y verbal con ellos.
El mejor sitio para refugiarse a la intemperie durante una
tormenta ES UN VEHÍCULO CERRADO. Dentro debemos apagar el motor, bajar la
antena de la radio y desconectarla, cerrar las ventanillas y las entradas de
aire. En caso de caída de un rayo el vehículo se cargará sólo
por el exterior mientras que el interior quedará intacto.
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