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Recomienda a la población evitar
el consumo de alimentos en expendios expuestos al polvo.
La Comisión Estatal para la Protección
Contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS) mantendrá la suspensión temporal del
funcionamiento de los puestos que expenden alimentos en la vía pública, con el propósito
de evitar cualquier afectación al organismo, ante la gran cantidad de aguas
negras que se han derramado en las calles, debido a las recientes lluvias.
La Comisionada Estatal de la COEPRIS,
doctora Elizabeth Alvarado Rodríguez, informó que la medida continuará este
lunes y martes y se volverá a evaluar el miércoles, pero por lo pronto,
recomendó a la población evitar el consumo de alimentos en la vía pública,
alejarse de las zonas donde se levante polvo y no tener contacto con las aguas
negras, para evitar problemas de diarreas, conjuntivitis y daños en la piel.
Manifestó que a partir de este lunes,
los verificadores de la COEPRIS han recorrido todo el perímetro en el cual se
aplica la medida, exhortando a los propietarios de los establecimientos, a que suspendan
actividades y en caso de que no se acate la disposición, se procederá a la
clausura del negocio.
La suspensión se aplica en todos los
establecimientos ambulantes y semifijos, así como las mesas ubicadas en las
aceras, de locales fijos, en un perímetro que va del bulevar Pino Pallas a las
colonias del oriente de la ciudad y del bulevar Padre Kino al Malecón, donde se
ubican entre 2 mil 700 a 3 mil puestos.
Lamentó la implementación de la
disposición desde el punto de vista económico, ya que mucha gente depende de
estos expendios, pero que cuando se trata de una situación donde se pueda poner
en riesgo la salud de los ciudadanos, es necesario asumir este tipo de medidas.
También dijo que ya se recolectan
muestras de agua de mar, frente al malecón, para conocer las condiciones
sanitarias en que se encuentra esa zona, considerando que la mayor parte del
agua negra derramada va a dar a ese lugar.
Por tal motivo, recomendó a la población
evitar bañarse en esos sitios, ya que puede representar un foco de
contaminación, mientras que por otra parte, se solicita a los padres de familia,
impidan que sus hijos jueguen en los charcos que se forman con la lluvia y en el
agua que corre por las calles, para evitar daños a su salud.
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